dimecres, 15 d’abril del 2009

Tambores y canela


Tambores en la noche... y las dulzainas bajo el puente de San Andrés, el arco del Socorro.. esperando al Cristo. Costaleros susurrando bajo el paso de la Dolorosa delos Maristas, animándose a subir la cuesta hacia San Andrés, en la calle Daoiz. Una pausa. Las monjas cantando sobre el Cristo mientras las dulzainas respiran en silencio.


Canela. Torrijas castellanas más bañadas en leche. Pero sobretodo que no falte la canela en el aire, en toda la casa.

Viernes Santo nevado. Con hielo, con bolas de nieve sobre el cuello.

Grandes copos blancos de leismos con canela en el aire.. o en el corazón. Al respirar aún siento la canela en todos los detalles de mi ser...


La Mujer Muerta desaparecida entre el blanco... Una estampa navideña suspende la procesión.

Segovia no me sabe a mosto... a mi me sabe a caña con limón... y a recuerdos opacos...

Excalibur conoce un lugar más con su frío y su hielo. Mis ojos guardan blanco, piedras, alamedas, iglesias...

El silencio de una capilla sólo roto por las páginas de un libro al ser pasadas por lasmanos que recuerdan a San Frutos...

Vamos de chatos... pero con pincho.


Sopa castellana y torrijas acaneladas.

Blanco de granja... blancos infinitos.

Un gato en mi maleta. Naranja sobre negro...

Tardes de mails con siestas... noches de sueños despiertos...


Calles repletas de gentes de distintos lugares... pero también repletas de segovianos que vibran conlos pasos y sus tambores... y sus dulzainas. Segovianos que siguen su camino... aunque el camino a veces les lleva lejos del acueducto.

Chatos con pinchos... Cenar de cañas... o de crêpes de arroz con curry...

Sobrelas rocas aparece un castillo iluminado de un naranja brillante, espectacular, sobre el negro de noche... que aún sabe a frío blanco con canela de Viernes Santo... o de domingo de resurrección...

Ponche de domingo con paseos que nos llevan por Santa Eulalia, San Esteban, San Millán...

Recorrer de románico a gótico... volver a los jardines de primavera... ya que la primavera nos hizo volver al invierno a la séptima luna des de octubre... y es que se dice que cuando octubre queda blanco... durante siete lunas deberá nevar... y faltaba la séptima gran nevada...


Algunos me dijeron que fui yo quien trajo el frío... que a ver si me LE volvía a llevar... pero el calor lo guarda el corazón... y su canela de torrijas...