Una abeja anaranjada con un punto negramente elegante. Nietzsche sobre la mesa entre cafe au lait y cortado. Y como siempre, Apolo Vs Dioniso. Nietzsche-Apolo-Flor-movida-de-Guantes-Blancos revolotea ante, alrededor, de Abejita-Mafalda. Cuenta una vez más el porque de las cosas. Aunque en el fondo ni el Quarto de siglo, ni el mismo Mimo, entienden algo o nada.... Y siguen buscando, como Orlando...
Lecturas o cafés. Parques o escaleras. 15, 25 o 70 años...
El orden caótico, aparentemente, de las palabras. Soles deshaciendo tardes. Malditos trabajos. Añoradas cervezas.
El claro sentido que tienen estas palabras se irá fundiendo a través de los tiempos hasta que quizás ni nosotros mismos recordemos los esquemas, los cielos, los relojes, las iniciales garabateadas y oblidadas sobre mesas...
Pero lo mejor de todo... es simplemente poder reír, retomar energías y arañar intensas luciérnagas de felicidad. Sensaciones que valen mil cielos, que compensan pequeños nubarrones ocasionales.
Además... siempre nos quedará el Arte... siempre nos quedará París.
dijous, 20 de maig del 2010
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